Se dice que un animal padece insuficiencia cardiaca congestiva (ICC) cuando su corazón falla en su función de bombear sangre a todo el cuerpo.
Tal condición puede producirse como consecuencia de enfermedades cardiacas, afectando uno o ambos lados del corazón, con un progreso lento y una detección generalmente tardía.
Los factores que pueden favorecer la manifestación de dicha afección son:
– Embarazos múltiples y la edad. Provocan el deterioro de las válvulas y de las paredes del corazón.
– Patologías tales como la miocardiopatía dilatada, pericarditis, endocarditis (por acción bacteriana) y dirofilariosis (enfermedad del gusano del corazón).
– Enfermedades sistémicas que incrementen la presión arterial (hipertensión).
– La raza. Predisposición genética y herencia, en perros: gran danés, doberman, boxer, cocker spaniel, schnauzer, poodle y pomerania. Y en gatos: maine coon, rag doll, bengalí, esfinge y americano de pelo corto, entre otros.
Los síntomas que nos pueden alertar sobre esta condición son:
– Debilidad y fatiga.
– Pérdida de peso.
– Palidez. Visible en la cavidad bucal, en las encías y mucosas.
– Menor producción de orina.
– Tos. Más evidente cuando la mascota está echada.
– Aumento de la frecuencia respiratoria, disnea (dificultad para respirar) y cianosis (coloración azulada de las mucosas, encías y lengua).
– Síncopes. Desmayos y pérdida de consciencia durante un periodo corto de tiempo.
– Convulsiones.
– Acumulación de líquido en pulmones (edema pulmonar) o abdomen (ascitis).
– Tromboembolismo y fibrosis pulmonar.
– Insuficiencia renal y hepática.
Ante cualquiera de estas señales es recomendable acudir inmediatamente al veterinario. Éste examinará al paciente, realizará estudios sanguíneos, radiológicos, ecocardiográficos y electrocardiográficos; para diagnosticar la enfermedad que da origen a los síntomas e indicar un tratamiento.
En la salud como en muchos otros ámbitos, una medida eficaz para evitar desenlaces fatales es la prevención.
Procurar a nuestro animal de compañía una dieta balanceada para su edad, talla y peso, y actividad física adecuada y suficiente; ayudará a mantenerlo en forma.
Si nuestro perro o gato pertenece a una raza con predisposición a padecimientos cardiacos; es geriátrico, se ha embarazado más de una vez o tiene la presión alta; es muy importante realizarle exámenes médicos periódicos y estar pendientes de la presencia de cualquiera de los síntomas antes mencionados. La detección temprana en esta y otras enfermedades, es vital.
Si tienes dudas o requieres mayor información sobre esta afección, su prevención y tratamiento, nuestro personal médico con gusto te brindará orientación.
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