Ante la inminente manifestación de diversos desastres, es vital estar preparados para actuar oportuna y diligentemente y proteger a todos nuestros seres queridos, incluyendo por supuesto a nuestras mascotas.

En eventos críticos como terremotos, huracanes, inundaciones, incendios u otras catástrofes, las mascotas suelen reaccionar siguiendo sus instintos, pero lamentablemente su intuición y reflejos no siempre son suficientes para superar las calamidades. Debido a esto, los seres humanos como miembros de una especie poseedora de capacidades intelectuales ‘más desarrolladas’, tenemos la responsabilidad de garantizar su seguridad.

Para estos casos, asociaciones como Personas para el Trato Ético de los Animales (PETA) y World Animal Protección ofrecen las siguientes recomendaciones:

No las abandones.
Nunca debes dar por hecho que alguien más ayudará a tus mascotas. Si tienes que separarte temporalmente de ellas, pide que una o más personas confiables las custodien hasta tu regreso.

Arma un kit de emergencia.
Alista un suministro de al menos 10 días de agua y comida (enlatada ‘abre fácil’), jaulas transportadoras, correas (resistentes), bozales, antibióticos y analgésicos (de uso veterinario); vendas, gasas y tela adhesiva.
Y anota en tu directorio los contactos de organizaciones protectoras de animales, centros de rescate de fauna y veterinarios que puedan atender a tus mascotas en caso de que resulten heridas.

Identifícalas.
Asegúrate de que todas tus mascotas tengan una placa y un chip de identificación. Además es recomendable tener fotografías (recientes) de cada una de ellas, para identificarlas en caso de que se extravíen.

Diseña un plan de emergencia.
Traza una ruta de evacuación, entrena a tus mascotas para que atiendan tus instrucciones y entren a sus jaulas transportadoras. Y realiza simulacros para que se acostumbren a los procedimientos de emergencia.

Define un destino adecuado y seguro.
Debido a que la mayoría de los albergues son generalmente para humanos, es importante saber qué asociaciones (confiables) cuentan con refugios especializados para brindar atención y resguardo a animales domésticos y de compañía.

Además de las nuestras, las mascotas de otras personas pueden extraviarse y/o lesionarse. Sin olvidar a la fauna silvestre que también puede desorientarse y salir herida durante las catástrofes. En estos casos, PETA recomienda:

Si encuentras a un animal abandonado o extraviado.
Haz todo lo posible para rescatarlo siguiendo estos consejos: Procura proteger tu rostro y extremidades y de ser posible tener a la mano una manta, una correa, un bozal y una jaula transportadora. Acércate con movimientos lentos. Evita el contacto visual directo. Y dirígete a él con voz suave y calmada.

Si el animal huye de ti por miedo.
Simula que te retiras dando algunos pasos en dirección contraria, detente y posteriormente arrodíllate. Esto puede hacer que el animal no te vea como una amenaza, confíe y se acerque a ti. De ser posible, puedes persuadirlo con comida.

Si el animal está aparentemente muerto.
Observa unos segundos su tórax para ver si respira. Si la respiración es débil o no es evidente, toca suavemente el borde externo de su ojo para provocar una reacción. Si detectas algún movimiento y el animal aún se encuentra vivo y permite que lo toques y manipules, procede a brindarle los primeros auxilios y/o a llevarlo a un sitio en donde lo estabilicen y le proporcionen la atención médica que requiere.

Si se trata de un animal silvestre herido.
Teniendo en consideración todas las recomendaciones anteriores, sin exponer tu integridad física y tomando las debidas precauciones, colócalo en una caja (resistente) o en una jaula transportadora. Y posteriormente ubícalo en un lugar tranquilo, tenue, templado y ventilado. Si el animal no lo permite, solamente custódialo y contacta a las asociaciones de protección de fauna silvestre, para que sean los expertos quienes le brinden la atención especializada que requiere.

(Con información de sinembargo.mx)

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